8 de julio de 2013

Nunca digas "no gracias" cuando te regalen un libro

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Creo que si somos lectores creativos encontraremos en todo libro algo que nos estará especialmente dedicado.
Hace un par de años estuve en la ciudad de Cosenza (Italia), en coincidencia con la semana del libro y el lector organizada por la biblioteca comunal. Paseando por la plaza central encontré algunas sencillas mesas con muchos libros sobre los mas variados temas, al alcance de la mano de los caminantes. Por supuesto me acerqué y ante la insistencia de una joven, dispuesta a explicarme todos los beneficios de la lectura, acepté un par de libros cuyos títulos y autores eran para mí totalmente desconocidos, solo por aquello de que queda feo decir "no gracias" cuando te ofrecen un libro.
Ya en el hotel, me decidí a hojearlos...sorpresa! 
Sin duda podría haber seguido mi vida sin leerlos, pero resulta que en "El camino de la seda" de Luigina Guarasci, aprendí mucho sobre la vida de las mujeres calabresas y sus sacrificios y pude ver con los ojos del alma a mi "nonna" entre ellas. Filomena Carmela murió cuando yo apenas tenía unos meses, por lo que no disfruté de su presencia física. Este libro la puso realmente a mi lado muchísimos años después.
Y en algunos textos de  "Leggende Silane" de Saverio Basile, reconocí el origen de muchas creencias que aún hoy circulan entre las familias calabresas.-
MartaArabia

7 de julio de 2013

José Saramago nos contó en su blog.

LOS NIÑOS VESTIDOS DE NEGRO

Me contó una amiga querida- la pintora Sofía Gandarias- que hace algunos años, durante una visita de trabajo en Sri Lanka, antiguo Ceylán, se sorprendió al encontrar en las calles a grupos de niños vestidos con túnicas negras. No le pareció que se tratara de una señal distintiva de alguna casta o etnia particular, sobre todo
porque ningún adulto vestía de esa manera. De pregunta en pregunta, de indagación en indagación, acabó encontrando una explicación para las insólitas vestimentas. Las familias de esos niños habían sido convencidas para entregar sus hijos a militantes del islamismo en su versión violenta, la yijad, para que acabasen convirtiéndose en mártires de la revolución islamista o dicho con otras palabras, se pusieran un día un chaleco cargado de explosivos y fueran a hacerlos explosionar en un mercado, una discoteca, una estación de autobuses, en el sitio donde pudieran causar mas muertes. Ignoro si a esos padres y a esas madres les pagaron compensaciones materiales o si todo quedó en la promesa fácil de una entrada inmediata en el paraíso de Alá. No sé si aquellos niños de túnica negra todavía estarán a la espera de que les llegue su hora o si ya no pertenecen a este mundo. No sé nada y me voy a detener aquí. No es que me falten las palabras, es que me repugnan.

Del blog de José Saramago (1922-2010) Escritor portugués, periodista y miembro del Partido Comunista Portugués sufrió censura y persecución durante la dictadura de Salazar. Escéptico e intelectual mantuvo una postura ética y estética por encima de la política partidaria y se comprometió con el género humano. En 1998 recibió el premio Nobel de Literatura